EL EMBRUJO DE UNA SIRENA

La historia parece sacada de una película de ficción, pero está basada en hechos reales.
En el año 1946, surgió en Lunahuaná un extraordinario nadador, Gonzalo Segovia Sánchez, quien fue bautizado por sus amigos con el apelativo de “Pejerrey”.
Suplantó una piscina por un pozo de río.
Una roca de más de 10 metros de altura era su trampolín. Desde ese punto, el “Pejerrey” Segovia se lanzaba, con alto grado de precisión y destreza, al pozo Cutimaya, deslizándose luego dentro del agua como un verdadero pez.
Era admirador acérrimo del nadador Daniel Carpio, “Carpayo”, célebre por cruzar a nado el Canal de la Mancha y el Río de la Plata.
Gonzalo convirtió el pozo Cutimaya en escenario propicio para sus “hazañas”. Allí permanecía hora tras horas. Un cerro aledaño era su refugio. Le gustaba vivir ahí, disfrutando de la naturaleza y escuchando el murmullo del río.
Confesó a sus amigos sentirse envuelto de pasión por una criatura prodigiosamente bella, senos hermosos, voz musical y sonrisa encantadora, con cola de pez, que se contornaba, como una bailarina, todos los días a las seis de la tarde, en las cristalinas aguas del pozo Cutimaya.
 “Mi amor es correspondido, dijo, porque en una ocasión ella trató de salir a la superficie, para encontrarse conmigo. Me habló con la sonrisa de sus encantadores ojos. Pero un pescador nos descubrió y tuvo que volver a las  aguas”
“Es divina. Su encanto me embruja. A otro mundo me transporta. Como loco estoy pensando en su amor”, declaró perdidamente enamorado.
En una tarde de verano, mientras esperaba la aparición de su “amada” y el caudal del río crecía torrencialmente, el “Pejerrey” se tiró al río, desafiando un turbulento remolino. Un enorme embudo de agua se lo tragó  y nunca pudo salir a flote.
No sería cierto, en este caso, que “el pez, por la boca muere”. Porque se tejen versiones que el “Pejerrey” Gonzalo habría nadado por un túnel, bajo la superficie del agua, hasta llegar a una playa de ensueño, donde viviría un tórrido romance, para siempre, con la misteriosa ninfa acuática (Lucho Villanueva Sánchez).

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